Después de unos días violentos con el agua, ya que mi querída vecina del piso de arriba, se fue a trabajar dejando la canilla abierta y por ende inundó no solo su departamento, sino que con su descuido provocó una catarata glamourosa dentro del placar en donde guardaba celosamente dibujos, ropa y papeles varios, que ya no volverán a ser lo que era.
Pero no todo terminó en esa desgracia de tener a kosovo dentro de mi casa con lago artificial incluido, Mr. plomero vino a destapar, el desastre que hizo la mujer con su canilla abierta, y con su cinta mágica le tan fuerte más la preción del agua, fisuró la columna de la bajada de toda la planta B del edificio, por ende, tenía en el lago artificial del placard una combinación de agua saborizada de mis vecinos.
Se terminó el nado sincronizado en el depto, las goteras terminaron, el fontanero ya no vendrá más, ahora sólo nos queda esperar que seque la humedad.
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